La Ïu hacía tiempo que nos pedía tener un gatito a casa. Incluso jugaba que era un gatito. Su padre y yo nunca nos habíamos planteado tener un gato a casa, ni siquiera un animal. Pero desde que pedía uno, creó un debate entre nosotros (su padre y yo). Buscamos por Internet, nos informamos y hablamos con amigos que tienen gatos y niños a casa. Y todo el que extraíamos era positivo.
Los que ya nos conocéis sabréis que el Ïu es (persona altamente sensible) y esto hace que muchas veces no quiera tocar las cosas. Más adelante os escribir un artículo sobre las personas o niños NAS porque lo conozcáis mejor. Pensamos que el hecho de tener un gato y tocarlo lo ayudaría a perder este “miedo” al tacto y el mismo tiempo lo ayudaría madurativament a la vez de darle de comer, limpiar caques, etc.
Y después de mucho rumiarlo decidimos adoptar un gato/a. Teníamos claro que tenía que ser adulto porque así ya tienen el carácter formado y la adaptación del gato con niños es más sencillo. O esto nos habían dicho y habíamos encontrado por Internet.
Cómo fue la adopción?
Fuimos a la perrera de Granollers. Fuimos con los niños. El Ïu estaba muy nervioso. Muy contento. Y cuando fue el momento todavía lo estaba más. Entramos a la “gatera” donde habían todos los gatos. En aquel momento nos dijeron que nos tomáramos nuestro tiempo. Estuvimos bastante rato. Hasta que un gato nos va gritado mucho la atención. Era un gato de dimensiones pequeñas y negro. Era el único que no marchaba cuando el Ïu se le acercaba gritando y lo tocaba. Y después de que todos nos acercáramos supimos que tenía que ser por nosotros. Decidimos adoptarlo!
Aquel gatito negro resultó ser una hembra y tener 7 años. El Ïu pensó el nombre: ELSA! Elsa como la protagonista de la película de Frozen.
Cómo fue la llegada a casa?
La llegada también fue muy emocionante. Fuimos los 4 en la habitación donde queríamos se instalara la gata hasta que no estuviera adaptada y abrimos lo lleva-animales. Salió enseguida y se quedó con nosotros allá quieta. Y comió enseguida.
La adaptación.
Los primeros días se quedó en la primera habitación. Pero poco a poco se fue moviendo. Primero fue a la habitación de la Ïu y dormía a la litera de debajo. Después fue a nuestra habitación y después de case 15 días ya hace vida normal. Se pasa el día al sofá o sobre la silla en el comedor. Y cuando alguno de los niños viene deprisa a decirle algo huye deprisa, pero sin intención de arañar ni nada.
Y enseguida que tuvimos a Elsa con nosotros, notamos que el Ïu se atreve algo más a tocar las cosas y a ensuciarse. Así que desde nuestro punto de vista os diremos que si voláis una mascota no os lo pensáis. Por los niños es muy favorable y por nosotros también!